domingo, 21 de abril de 2013

Si no soy hombre o mujer ¿Qué soy?



Dignidad Humana

 

Claves para entender la ideología de género
 
Si no soy hombre o mujer,

Entonces

¿Qué soy?

 

Es cada vez más habitual el uso de la expresión “género”, sustituyendo a la palabra “sexo”. Ya no se dice que “esta persona pertenece al sexo masculino”. Ahora se dice que su identidad es el género masculino. También se habla de violencia de género, o del derecho a elegir género.

Además no llama la atención escuchar la diferencia entre la identidad sexual y la orientación sexual: “Nadie – se oye decir – me va imponer con qué sexo quiero identificarme”.

 

Llegamos a un extremo, hasta ya no nos sorprenden noticias como la ocurrida hace unos meses en Girona. Se trata del matrimonio entre dos transexuales que se sienten mujeres y además son lesbianas. O lo que es lo mismo: Sabrina  y Ángela, nacieron hombres, se sienten mujeres, y son lesbianas. Un verdadero lío. A simple vista, parece una broma de sketch de televisión de un programa rosa. Pero no. La prensa se hace eco de ello como si se tratase de un verdadero avance social.

En definitiva, hoy en día se señala como correcto no ofender a aquellas personas que no se identifican con ninguno de los dos sexos “oficiales”.

Si así se hiciera, se puede ser tachado de intolerante, homófono, hasta de fascista. Detrás de este planteamiento ¿se esconde algo más que una moda?

¿Desde cuándo se habla de género para sustituirlo por sexo? ¿Qué tiene que ver con el feminismo o el lobby gay?

 

Una ideología

Muchos expertos han empezado a denominarlo ideología de género.

Ideología porque se trata de un conjunto de ideas con un objetivo. En la Conferencia Mundial de Pekín sobre la Mujer organizada por la ONU en 1995 fue donde se acuño el término “perspectiva de género”. Entre otras declaraciones, fue significativa la que hizo la entonces presidenta de Islandia, Vigdis Finnbogadottir: “la educación es una estrategia importante para cambiar los prejuicios sobre los roles del hombre y la mujer en la sociedad para asegurar así que niñas y niños hagan una selección profesional informada, y no en base a los tradicionales prejuicios sobre el género”. Rebeca J. Cook, profesora de Derecho en la Universidad de Toronto y redactora del documento final de Pekín, señala que los géneros masculinos y femeninos son una “construcción de la realidad social” que deben ser abolidos. El documento elaborado por los feministas  canadienses afirman que “los sexos ya no son dos sino cinco”, y por lo tanto nos e debería hablar de hombre y mujer, sino de “mujeres heterosexuales, mujeres homosexuales, hombres heterosexuales, hombre homosexuales y bisexuales”.

La siguiente cita del texto División for the Advance of Women emitido por el Fondo de Población de la ONU, revela la manera de pensar: “Para ser efectivos en el largo plazo, los programas de planificación familiar deben buscar no sólo reducir la fertilidad dentro de los roles de género existentes sino más bien cambiar los roles de género a fin de reducir la fertilidad”.

Algo de los orígenes

La revolución cultural se agitó Europa en 1968, con sus radicales manifestaciones feministas, vitalistas y pesimistas también ha servido de columna para este nuevo movimiento. Aunque si quisiéramos buscar un origen más lejano, podríamos citar a Federico Engels – fundador del marxismo y el anarquismo – que en su libro “El origen de la familia, propiedad privada, estado” decía que “el primer antagonismo de clases de la historia incide en el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en el matrimonio monógamo, y la primera opresión de una clase por otra es la del sexo femenino por el masculino.

 

Es absurdo pensar que a un señor

Que le injertan una trompa de elefante

Le convierte en elefante. No señor, sigue siendo

Un hombre, eso, sí, algo deforme y ridículo

 

Una explicación

Adentrarse en esta ideología no es tarea sencilla. Tras las citas anteriores se desprende que lo específico de esta ideología es que contiene un concepto muy peyorativo de la maternidad. Después de la batalla histórica del feminismo clásico contra la discriminación de la mujer, aún queda un escollo para lograr la total igualdad. Y ese obstáculo es, desde el punto de vista biológico, la maternidad que es el único “papel” que sólo pueden asumir las mujeres (correlativamente hay que decir lo mismo de la paternidad para los varones). De ahí que sean éstos – la figura de la madre y del padre – los enemigos a batir.

Junto a ello, hay que destruir igualmente lo que se denomina “familia tradicional”.

Actualmente los promotores de estas ideas han logrado que en buena parte de Occidente la maternidad sea considerada como un estigma social, y el embarazo como enfermedad que habría de prevenir. Aquí hacen causa común con el movimiento abortista y con los partidarios de la contracepción.

Manifestaciones en España

Otra manifestación muy representativa, es la exótica propuesta de que el género es una poción individual de cada persona: no algo natural sino cultural. Es decir, el sexo es biológico – dicen - , pero el género es una construcción psicológica y sociocultural.

Según el José Maria Barrio, filósofo y experto en la ideología de género, “en esta afirmación hay algo de verdad, pero es exagerado pretender una completa independencia de lo biológico y lo psico -cultural en el animal humano, que es un híbrido de cuerpo y espíritu”.

EN la “hoja de ruta” de la ideología del género está, desde luego, la aceptación social del homosexualismo, algo ya parcialmente obtenido a nivel mundial. Después – inmediatamente – le tocaría el turno al transexualismo.



Para esta ideología

La figura de la madre y del padre

Son enemigos a batir, al igual que hay que

Destruir la familia tradicional

 

 
Hoja de ruta

En España hay una “agenda política” clarísimamente diseñada por el gobierno actual en esta dirección:

·                   El llamado “matrimonio “homosexual, con la posibilidad de adoptar niños.

·                   La posibilidad de registrarse como varón, mujer – o como arroba - , según le vaya a uno en cada momento.

·                   La ley de prevención contra la violencia de género, que supone que casi uno de cada cinco matrimonios están en riesgo de violencia de género, etc.

La “homosociedad” – como algunos pensadores lo han denominado – necesitará de un potente Estado adoctrinador y policial para hacer valer los postulados de la ideología de género.

De hecho, tampoco sorprende que los representantes más notables del lobby homosexual se comporten de forma intolerante para defender sus posturas, y si discrepa del “pensamiento único” que pretende imponer puedes ser tachado de “homofobia”.

 

Destruir el sentido común

Para cambiar de mentalidad a toda una sociedad, el camino más corto es acabar con el sentido común. En efecto, si la homosexualidad fuese natural, la naturaleza habría promovido un solo sexo, lo cual evidentemente no consta. Como dice el profesor Barrio, si hablamos de transexualismo, “es absurdo pensar que a un señor que le injertan una trompa de elefante le convierten en elefante: sigue siendo un señor, eso sí, algo deforme, y ridículo”.

En las filas de esta nueva ideología han recalado muchos viejos marxistas que se quedaron vacíos tras la caída del Muro de Berlín. Son muy fáciles de identificar pues aplican el materialismo dialéctico: los géneros no se relacionan por medio de la complementariedad sino a través de la confrontación. En todo caso, se podría decir que es una versión – a día de hoy más presentable – de la lucha de clases.

 

La figura del padre y la madre

Se puede afirmar que esta ideología es anticristiana de raíz ya que va directamente a la línea de flotación del cristianismo y de toda creencia monoteísta. Principalmente porque ataca la paternidad y la maternidad.

El cristianismo posee un recurso fundamental para comprender a Dios – en la medida en que ello nos es posible -, y tal recurso es precisamente la imagen del padre. También la maternidad juega un papel esencial en el cristianismo, que quedaría mutilado sin la figura de la Virgen Madre de Dios. Por lo tanto, el icono del padre y de la madre son instrumentos de los que dispone la humanidad para hacerse cargo de quién es Dios. Esto se ve muy bien en la actitud de los niños pequeños: una actitud esencialmente religiosa por mostrar con toda nitidez la dependencia del hombre.

 

Según Benedicto XVI el ateísmo

Trata de Suprimir a Dios, el materialismo marxista el Alma

y la ideología de género el cuerpo

 

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