La fecundación humana in vitro

La gestación completa de un ser
humano in vitro habría de calificarla, como es natural, de ilícita. La única
justificación presentada para los casos de inseminación artificial es la de dar
un hijo a matrimonios estériles. Pero de nuevo hay que recordar el principio
ético fundamental de que el fin no justifica los medios, y menos unos medios
antinaturales. El problema se agrava cuando el hijo obtenido así, aun dentro
del matrimonio, proviene del semen de un tercero.
Desde el punto de vista científico,
se podría pensar que es interesante conocer con detalle cómo son posibles estos
experimentos. Es preciso decir, en cuanto a la inseminación artificial, que no
hay ningún enigma por descubrir, y que se conocía ya en la práctica de la cría
de animales. Tanto en el supuesto de la inseminación artificial como en el de
la fecundación in vitro, hay que reflexionar -además de la malicia que supone
ir contra la naturaleza del acto conyugal- en esto: hasta qué punto se puede
experimentar cualquier posibilidad práctica, prescindiendo del hecho de que la
vida humana es instrumentalizada sin más objeto que la simple curiosidad.
No parece, en efecto, que el número
de los nacimientos -su escasez- sea un problema agobiante. Por el contrario, al
mismo tiempo se trata por todos los medios de limitar o interrumpir las
concepciones. No todo lo que se puede físicamente hacer se debe moralmente
hacer. Este es un principio elemental, sin el que sería imposible la
convivencia humana.
La fecundación in vitro puede dar
lugar, además, a cualquier tipo de manipulación genética. En efecto, después de
la fecundación y antes de la implantación en el útero, el feto puede ser
manipulado y, de ese modo, hacer que nazcan hombres con elementos genéticos que
no proceden de sus padres, o incluso que no proceden de otros hombres, sino de
animales. La posibilidad de fabricar «monstruos» no está tan lejana como
parece. Con la lógica usual en los que defienden la inseminación artificial, la
fecundación in vitro, etc., no habría nada que objetar a esta manipulación
genética. También se trataría de un objeto -y además muy interesante- de
investigación científica.

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