EL VALOR DE LOS
VALORES
La
palabra valor viene del latín valor, valere (fuerza, salud, estar sano, ser
fuerte). Cuando decimos que algo tiene valor afirmamos que es bueno, digno que
algo tiene valor afirmamos que es bueno, digno de aprecio y estimación.
En
el campo de la ética y la moral (cuyas definiciones veremos más adelante), los
valores son cualidades que podemos encontrar en el mundo que nos rodea. En
un paisaje, por ejemplo (un paisaje
hermoso), en una persona (persona solitaria), en una sociedad (una sociedad
tolerante), en un sistema político (un sistema político justo), en una acción
realizada por alguien (una acción buena) y así sucesivamente.
De
los valores depende que llevemos una vida grata, alegre, en armonía con
nosotros mismos y con los demás; una vida que valga la pena ser vivida y en la
que podamos desarrollarnos plenamente como personas.
CLASIFICACION DE LOS VALORES
Aunque son complejos y de
varias clases, todos los valores coinciden en que tienen como fin último
mejorar la calidad de nuestra vida. La clasificación más extendida es la
siguiente:
-
Valores biológicos. Traen
como consecuencia la salud, y se cultivan mediante la educación física e
higiénica.
- Valores sensibles. Conducen
al placer, la alegría, el esparcimiento.
- Valores económicos. Proporcionan
todo lo que os es útil; son valores de uso y de cambio.
- Valores estéticos. Nos
muestran la belleza en todas sus formas.
- Valores intelectuales. Nos
hacen apreciar la verdad y el conocimiento.
- Valores religiosos. Nos
permiten alcanzar la dimensión de lo sagrado.
- Valores morales. Su
práctica nos acerca a la bondad, la justicia, la libertad, la honestidad, la
tolerancia, la responsabilidad, la solidaridad, al agradecimiento, la lealtad,
la amistad y la paz, entre otros.
LOS VALORES MORALES, UNA CUESTIÓN DE HUMANIDAD
De
la anterior tabla, los más importantes son, sin duda, los valores morales, ya
que estos les dan sentido y mérito a los demás. De poco sirve tener muy buena
salud, ser muy creyente o muy inteligente o vivir rodeado de comodidades y
objetos bellos, si no se es justo, bueno, tolerante u honesto, si se es una
mala persona, un elemento dañino para la sociedad, con quien la convivencia es
muy difícil. La falta de valores morales en los eres humanos es un asunto
lamentable y triste precisamente por eso, porque los hace menos humanos.
¿PARA
QUÉ SIRVEN LOS VALORES?
Los
valores morales son los que orientan nuestra conducta, en base a ellos decimos
cómo actuar ante las diferentes situaciones que nos plantea la vida. Se
relacionan principalmente con los efectos que tiene lo que hacemos en las otras
personas, en la sociedad o en nuestro ambiente en general. De esta manera, si
deseamos vivir en paz y ser felices, debemos construir entre todos una escala
de valores que facilite nuestro crecimiento individual para que, a través de
él, aportemos lo mejor de nosotros a una comunidad que también tendrá mucho
para darnos.
Son
pues, tan humanos los valores, tan necesarios, tan deseables, que lo más
natural es que queramos vivirlos, hacerlos nuestros, defenderlos en donde estén
en peligro o inculcarlos en donde no existan. En este punto es donde
intervienen la moral y la ética.
VALORES MORALES Y ÉTICOS
Los
significados de las palabras moral (del latín mores, costumbres) y ética (del
griego ethos, morada, lugar donde se vive) son muy parecidos en la práctica.
Ambas expresiones se refieren a ese tipo
de actitudes y comportamientos que hacen de nosotros mejores personas, más
humanas. Si bien la moral describe los comportamientos que nos conducen hacia
lo bueno y deseable, y la ética es la ciencia filosófica que reflexiona sobre
dichos comportamientos, tanto una como otra nos impulsan a vivir de acuerdo con
una elevada escala de valores morales.
LOS ANTIVALORES: LA OTRA CARA DE LA
MONEDA
Así
como hay una escala de valores morales, también la hay de valores inmorales o
antivalores. La injusticia, la deshonestidad, la intransigencia, la
intolerancia, la traición, la irresponsabilidad, la indiferencia, el egoísmo,
son ejemplos de esto antivalores que rigen la conducta de las personas
inmorales. Una persona inmoral es aquella que se coloca frente a la tabla de
valores en actitud negativa, para rechazarlos o
violarlos. Es lo que llamamos una “persona sin escrúpulos”, fría,
calculadora, insensible al entorno social que la rodea.
El camino de los antivalores es a todas luces
equivocado; porque no solo nos deshumaniza y nos degrada, sino que nos hace
merecedores del desprecio, la desconfianza y el rechazo por parte de nuestros
semejantes, cuando no del castigo por parte de la sociedad.
CUANTO ERES, CUÁNTO VALES
El mundo de los valores es amplio, complejo y
en permanente transformación. En cada época aparecen nuevos valores o los
viejos valores cambian de nombre.
Todos
somos libres, además, de escoger nuestros valores y de darles el orden y la
importancia que consideramos correctos de acuerdo con nuestra manera de ser y
de pensar. Sin embargo, hay valores que no cambian, que se conservan de
generación en generación, siempre y en todas partes. Valores universales, que
exigiríamos a cualquier persona. De ellos trata la selección que hemos hecho
para el presente libro.